Nueva York I

   Desde pequeña hay una ciudad que me tiene totalmente obsesionada y a la que si tuviese la oportunidad me iría a vivir sin pensármelo ni un poco. No es porque no esté a gusto en mi casa, ni porque las cosas me vayan mal, sino es simplemente que me parece uno de los mejores lugares del mundo para vivir. Quizás si viviese allí una temporada, al poco necesitaría escapar, no lo sé, pero lo dudo.
   Hace dos veranos hice realidad mi sueño de viajar a Nueva York y es una ciudad mucho mejor de lo que esperaba. Al ser de Zaragoza, siempre que voy a una ciudad más grande que la mía, me acuerdo de Paco Martínez Soria en "La ciudad no es para mí". No es que en Zaragoza seamos tan catetos como nos ponen en la televisión, que ese es otro tema del que hablaré en otro post, es simplemente que reconocemos nuestros límites. Y como aquí no tenemos metro, no estamos acostumbrados a abrir las puertas del metro, por poner un ejemplo.
   Pues bien en Nueva York me sentí como en casa, y creo que cualquiera podemos tener esa sensación, ya que vemos constantemente sus calles, edificios y parques en las películas y series de televisión, y a mí me dió la sensación de concocer la ciudad desde el momento en que salí del hotel para desayunar.
   Esa primera vista de la ciudad fue impresionante ya que llegamos de noche y no vimos casi nada, así que en que nos levantamos a la calle a empezar a disfrutar de todo. El hotel en el que nos alojamos, el Pennsylvania en la Séptima, está enfrende del Madison Square Garden, al lado de los almacenes Macy's y desde la esquina veíamos el Empire State a cuatro o cinco manzanas de distancia.
    Todavía se me pone la piel de gallina cada vez que recuerdo como al ir a cruzar la calle para ir a desayunar ví por primera vez el Empire State, lloré porque no me podía creer que yo estuviese allí.
   Un beso

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