Sube
Nueva York es mi obsesión y para mí significa libertad, quizás porque pienso que si un día puedo vivir sin trabajar ese será mi destino, el lugar en el que me retiraría sin preocupaciones.
Me encanta mirar a las alturas con la boca abierta, señalar con el dedo a los edificios que conozco, sorprenderme en cada rincón, llorar de emoción de verme allí y subir a todos los edificios altos que me encuentro por el camino para disfrutar todavía más de la ciudad.
No sé el motivo de mi obsesión con Nueva York, quizás venga de los cuentos que me leía mi madre de pequeña o de las frases que decía mi abuelo; tenía Nueva York en la boca muy a menudo. El caso es que me gusta muchísimo y estoy deseando volver cuanto antes, aunque de momento me conformaré con seguir recordando mi último viaje y soñando.
Un beso,
Patricia
Yo también quede enamorada de Ney York, y espero volver. Te entiendo perfectamente
ResponderEliminarEs que es fascinante.
EliminarUn abrazo,
Patricia