Poder

   Dentro del Monasterio de El Escorial podemos visitar los Jardines de los Frailes, uno de los lugares que más me gustó.

   Fueron mandados construir por Felipe II, un gran amante de la naturaleza y que constituyen un lugar ideal para el reposo y la meditación. Era tan importante este jardín que Manuel Azaña los cita en sus Memorias y, también, en su obra El jardín de los frailes ya que estudió en el colegio de los frailes agustinos de este monasterio.

   Para los alumnos del colegio de los frailes agustinos era un lugar de entretenimiento y estudio, el rey concebía los jardines como un espacio productivo donde cultivar hortalizas y plantas medicinales, pero también lo veía como lugar de placer con fuentes y flores.

   Para construir este jardín, el monarca recopiló planos de jardines de Francia, Italia, Inglaterra y los Países Bajos y también contrató a los mejores jardineros tanto españoles como extranjeros. En un principio el jardín estaba repleto de flores, formando una especie de tapiz, lo que hizo que lo compararan con una alfombra turca o de Damasco, también era un jardín botánico con hasta 68 variedades diferentes de flores, muchas medicinales y unas 400 plantas del Nuevo Mundo; algo que parece increíble viendo lo austero que es hoy.

   ¿Habéis estado alguna vez en El Escorial?

   Un beso,

   Patricia