Qué hacer con un perfume que no te gusta

   A todas nos ha pasado alguna vez, que nos han regalado un perfume, colonia o agua de colonia que no nos ha gustado nada. Seguro que alguna de vosotras guarda alguno de estos perfumes que no os gusta en el fondo del armario porque os da pena tirarlos, yo lo hacía.

   Un día pensé que si ese perfume no me gustaba bien porque era muy fuerte, o simplemente porque el olor no era de mi agrado, no iba a tirar algo que a otra persona tanto le había costado primero pensar qué me regalaba, después ir a buscarlo y por supuesto, el esfuerzo económico que se tiene que hacer, porque debemos reconocer que los perfumes son caros.

   Así que comencé a utilizarlo de ambientador, en lugar de comprar ambientadores de espray o eléctricos, utilizo los perfumes que no me gustan mucho y la verdad es que algunos olores no tienen nada que ver en nuestro cuerpo con como huelen echándolos en el aire y cuando se posan en la tela del sofá o de las cortinas.

   Lo que suelo hacer es echar un poco de perfume sobre la cama o sobre los sofás e incluso en las cortinas, desde lejos para no dejar manchas (primero pruebo en un lugar que no se vea mucho y luego si no mancha ya echo sobre todo). Así cuando te acuestas por la noche, o cuando te sientas en el sofá llega un olor muy agradable, y ahora en verano que tengo las ventanas abiertas casi todo el día, cuando se mueven las cortinas con el viento mueven el olor por toda la estancia.

   En invierno, como no apetece mucho tener las ventanas abiertas, suelo echar un poco de perfume en la bombillas para que cuando se caliente vayan expandiendo el olor. Hay que quitar la bombilla y echar muy poquito perfume, teniendo cuidado de que no gotee nada (si es necesario se seca con un papel de cocina), se vuelve a colocar la bombilla y cuando se calienta va saliendo el perfume, igual que ocurre con los ambientadores eléctricos.

   Un beso