Romanos
Hoy os traigo una tradición de mi pueblo, la de los Romanos, en otros lugares les llaman Alabarderos o la Guardia Romana, pero nosotros los llamamos solo Los Romanos. Y os la traigo para contaros una anécdota de cuando era niña.
Cuando tenía 7 u 8 años, el colegio se quedó pequeño y adaptaron una de las habitaciones del Palacio para que pudiésemos dar clase hasta que construyeran un nuevo edificio. En el Palacio estaba el Club Social y ahí también guardaban los trajes de los Romanos. Un día, la profesora se fue de clase un momento y uno de mis compañeros se metió en el cuarto de los Romanos y empezó a darnos cascos, lanzas y petos a los demás; como no teníamos muchas picardías, con 7 u 8 años nadie las tiene, nos vestimos de Romanos y cuando llegó Doña Feli nos castigó a todos por haber entrado en el cuarto de los Romanos. Recuerdo perfectamente que le dije que yo no había entrado, y no mentía pero estaba igual de mal hecho porque iba vestida de romana de arriba a abajo. Y qué me pasó, poca cosa para lo que podía haber sido, tuve que copiar 500 veces: "No entraré en el cuarto de los Romanos". Y no volví a hacerlo, aunque del cuarto de la batería no habían dicho nada (jajaja) pero esa es otra historia que os contaré otro día.
Un beso,
Patricia
Cuando tenía 7 u 8 años, el colegio se quedó pequeño y adaptaron una de las habitaciones del Palacio para que pudiésemos dar clase hasta que construyeran un nuevo edificio. En el Palacio estaba el Club Social y ahí también guardaban los trajes de los Romanos. Un día, la profesora se fue de clase un momento y uno de mis compañeros se metió en el cuarto de los Romanos y empezó a darnos cascos, lanzas y petos a los demás; como no teníamos muchas picardías, con 7 u 8 años nadie las tiene, nos vestimos de Romanos y cuando llegó Doña Feli nos castigó a todos por haber entrado en el cuarto de los Romanos. Recuerdo perfectamente que le dije que yo no había entrado, y no mentía pero estaba igual de mal hecho porque iba vestida de romana de arriba a abajo. Y qué me pasó, poca cosa para lo que podía haber sido, tuve que copiar 500 veces: "No entraré en el cuarto de los Romanos". Y no volví a hacerlo, aunque del cuarto de la batería no habían dicho nada (jajaja) pero esa es otra historia que os contaré otro día.
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