A mi salud

   Estoy escribiendo este post después de tres meses sin poder salir a pasear, entre la operación y el confinamiento y todavía me resulta increíble que os esté contando esto. Después de una larga recuperación he conseguido caminar igual de rápido que antes de la operación y, aunque cojeo todavía un poco, sé que dentro de poco hasta eso se solucionará.

   Ya habéis visto en mis redes sociales cómo he ido evolucionando y las sensaciones que he experimentado. Sois muchas las que me habéis enviado mensajes privados preguntándome cómo me encuentro y evoluciono, ¡muchas gracias!

   Antes de la operación hacía deporte, de pequeña iba a clases de kárate, patinaba por la calle y jugaba por los campos; de adolescente lo dejé pero con 19 años comencé a ir de forma intermitente al gimnasio. Pero lo que siempre, siempre he hecho ha sido salir a caminar casi a diario y es lo que más he echado de menos en estos meses.

   Caminar, además de entrenar mi corazón y mis piernas, que de verdad que lo necesitan porque he perdido casi toda la musculatura, también entreno con la cabeza, me ayuda a despejarme, desconectar y volver a empezar de nuevo.

  Tengo claro que no voy a terminar siendo una corredora porque nunca he sabido correr, es algo que no sé hacer, pero sí que disfruto mucho saliendo a caminar y me hace feliz. Es difícil encontrar un deporte que nos enganche y haga felices, cada uno tenemos el nuestro, muchos pensaréis que salir a caminar no es un deporte, pero para mí es el mejor que existe y el que más personas podemos hacer sin mucha equipación ni una enorme condición física.

    Nunca pensé que la ropa de deporte podría llegar a gustarme tanto la llevase tan a gusto y sin darme vergüenza de que me vieran.

   ¡Gracias por leer este post! Un beso,

   Patricia