Zapatillas
Antes no me gustaban nada, pero ahora es lo único que me apetece cuando llego a casa. Creo que se debe a la edad porque debo reconocer que cada día me canso un poco más con los tacones y necesito más descanso y comodidad al llegar a casa.
Ya se que este no es mi post más glamuroso, ni mucho menos, pero sin embargo creo que debemos hablar de todo tanto lo precioso como lo menos bonito porque, en realidad, es lo que todos hacemos en la intimidad de nuestro hogar.
No hay nada mejor que llegar a casa, quitarme los zapatos o botas y ponerme mis zapatillas de estar en casa, con una suela supercómoda y calentitas; ¿por qué los zapatos no pueden ser así? Y debemos reconocer, que prácticamente todos, tenemos unas de éstas en casa con las sentimos muy cómodos pero que nos da vergüenza reconocer.
Así que hoy cuando llegue a mi casa después de todo el día con las botas, me las quitaré y me pondré mis zapatillas.
Un beso,
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