8 años

   Hoy hace 8 años que comencé a escribir este blog, desde entonces han pasado muchísimas cosas en mi vida y la mayoría de ellas buenas, afortunadamente. Este año es un poco más especial porque termino una etapa profesional y comienzo otra.

   No suelo contar muchas cosas sobre mi trabajo, al ser maestra intento separar mi vida personal de la profesional porque considero que mi deber con mis alumnos es protegerlos, cuidarlos, hacerlos feliz y, por supuesto, enseñarles para que en el futuro sean personas preparadas en todos los sentidos. No sé si lo consigo o no pero lo intento.

   Y por qué os cuento ésto, pues porque después de tres años trabajando en el mismo colegio, este año pedí traslado y me lo concedieron, por lo que el próximo curso comenzaré una nueva andadura con nuevos compañeros, alumnos y familias, porque la escuela la formamos todos.

   En 2005 me presenté a mis primeras Oposiciones y no conseguí aprobarlas pero dos años después, en 2007, comencé a trabajar en la Escuela Pública en el colegio del que hoy me despido. Y, casualidades de la vida, cuando en 2011 comencé con el blog y aprobé finalmente las Oposiciones, trabajé como Funcionaria en Prácticas en el cole en el que comenzaré mi nueva andadura en septiembre. Estoy cerrando círculos pero también dejando puertas abiertas a las personas con las que me he relacionado durante estos 3 años.

   De este colegio me llevo amigos tanto entre los compañeros como entre los padres, me han hecho vivir tres años maravillosos en los que he aprendido muchísimo de todos. He trabajado mucho porque en este cole estamos bastante locos y nos embarcamos en cada aventura..., también he peleado con todos los que ha sido necesario para que mis alumnos tuvieran siempre lo mejor y, aunque ha habido momentos en los que quería tirar la toalla porque estaba agotada de trabajar y pelear, he disfrutado muchísimo de todo y me lo he pasado genial.

   Hace muchos años me propuse pasármelo bien hiciera lo que hiciera y en la escuela me lo paso genial con mis chicos, porque aunque tienen padres son mis chicos y, afortunadamente, sus padres se han fiado de mí y me han dejado hacer.

   Las fotos de hoy son de los regalos que me han hecho tanto mis alumnos como sus familias y mis compañeros para despedirme. No puedo estar más orgullosa, no por los regalos en sí, sino porque lo que significan. La pulsera de mis alumnos en la que no solo se acuerdan de que les enseño sino también de que los mimo, la verdad es que los malcrío un poco; el vino..., con lo que me gusta; las cremitas, para cuidarme y darme mimitos; y el bolso de mi estilo.

   Viendo estos regalos me he dado cuenta de que me dejo conocer mucho más de lo que pensaba ya que todos han acertado y de que tengo mucha gente en mi vida que me quiere, que no están solo de paso, sino que son muy importantes.

   Muchísimas gracias a todos los adultos que me habéis acompañado en estos tres años, seguiremos en contacto, saldremos de tardeo por Zaragoza, iremos a las vísperas de todas las fiestas de pueblos que podamos, romperemos abanicos, visitaré todas las peñas de papás que ellos quieran, viajaremos juntos de nuevo o por primera vez y haremos lo que hacen los amigos, quererse. Y a los niños, muchísimas gracias por hacerme tan feliz, sois lo más importante del mundo y os tenemos que cuidar.

   Gracias por leer este post y espero que os guste.

   Un beso,

   Patricia