Rojo / Red

   El post de hoy es muy especial para mí, pero especial de verdad no de esos que digo a veces que son especiales y luego dejan de serlo. Este post es una despedida a mi vestido rojo, igual de querido que de odiado porque tiene una historia realmente larga y rara, por llamarla de alguna forma.


   Este post no va a ser uno de esos que publico normalmente porque en él os voy a contar unos cuantos secretos que conocen mis amigas y alguna compañera de trabajo porque ya llegó un momento en el que cuando me decían "¡qué vestido más bonito!" yo me moría de la risa recordando la historia de este vestido y que hoy os voy a contar. Lo voy a hacer sin dar nombres ni fechas, tan solo aproximadas, pero cada una de esas personas saben quién son y en unos casos me van a seguir queriendo igual mientras que en otros me van a odiar, lo sé.
   El primer título que pensé para este post no fue Rojo / Red, ni muchísimo menos, fue EL VESTIDO DE LOS DIVORCIOS tal y como lo conocemos en mi entorno y que tantas risas y llantos ha provocado a veces. He de deciros que yo no he tenido absolutamente nada que ver en nada pero, repasando, el vestido ha estado muy presente y él es un poco responsable de todo lo que ha sucedido, aunque tampoco de todo.
   Este vestido de Amitié lo compré hace 15 años más o menos para la boda de una de mis amigas más cercanas y desde ese momento lo he ido llevando a varias bodas, no recuerdo exactamente a cuántas porque me bailan un poco los datos pero fue para esta amiga, para otra en la que fui testigo, para otra que me invitaron por sorpresa, para otra amiga de la adolescencia con la que la relación va y viene sin motivos y para una de unos conocidos que ya no conozco. Más o menos he llevado este vestido a 6 bodas en 10 años hasta que fui consciente del efecto que este vestido provocaba y es que de estas 6 bodas, 2 de las parejas se divorciaron, otra estuvo a punto de hacerlo una continúa y de la otra no sé nada porque la que terminó la relación fui yo.
   De todo ésto que os he contado habréis deducido que las cinco primeras bodas eran de amigas mías y la última era de un amigo del que entonces era mi novio, en ese momento tomé la decisión de que este vestido ya no iba a asistir a ninguna boda más porque provocaba divorcios. De la ruptura de mi relación me hago única responsable porque fui yo quién tomó la decisión pero no quiero que nadie me eche en cara que mi vestido ha sido el responsable de su divorcio así que comencé a utilizarlo para ir a trabajar.
   He estado llevándolo al trabajo muy de vez en cuando durante unos cuantos años hasta que este verano decidí darle una gran despedida, una de las mejores que se le pueden dar a alguien, una fiesta en una piscina. Me ha acompañado, aunque no lo parezca por mi blanca piel, a la piscina durante todo este verano y hoy ya ha ido a la basura; no he querido guardarlo como recuerdo ni donarlo, no vaya a provocar más divorcios en su rodar por el mundo, creo que ya ha tenido una larga vida y ha visto de todo, desde bodas en las que me divertí muchísimo así como otras en las que moría de asco, hasta niños gritones tirando de él. Creo que ha sido una vida plena, ¿no?
   Hasta siempre vestido rojo de los divorcios, me acordaré de ti muchísimas veces y seguiré riéndome contando tu historia. Espero que las personas a las que se lo hemos hecho pasar regular no nos lo tengan muy en cuenta, todo lo que ha pasado creo que ha sido bueno para ellas, tanto el seguir juntos como el ir cada uno por su lado, al menos en mi caso ha sido positivo.
   Gracias por leer esta historia tan rara pero tan real que os he contado.
   Un beso,
   Patricia 


Comentarios

  1. jajajajajaja, adios vestido rojo, adios¡¡¡¡, jejejeje yo creo que ya se merecia un descanso.

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    1. ¿A qué sí? Ya sabía que ibas a estar de acuerdo conmigo.
      Un beso,
      Patricia

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  2. Yo me acuerdo de una gran camiseta con la que siempre ligamos😊.Es que hay ropa que tiene vida. Un beso

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    1. Jajajaja. La camiseta de Betty Boop, qué mona era y lo que gustaba a todo el mundo ;-)
      Un besazo,
      Patricia

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