Cenicienta del Siglo XXI

   No es que yo sea como Cenicienta que debo volver a casa a las 12 de la noche y tampoco es que haya perdido el zapato y un prícipe haya venido a mi casa a devolvérmelo, aunque en algunos bares sí que se quedan pegados los zapatos al suelo y casi los he perdido.
   He puesto este título porque al ver los tacones tan enormes que llevé y el encaje del vestido, me ha recordado un poco a la ropa de las princesas de los cuentos. Pero no es un vestido largo como los que llevaban ellas, es por encima de la rodilla y con manga francesa de la marca Niza que compré el invierno pasado en una tienda pequeña.

   Como este vestido me lo puse un día de esta Navidad para ir a merendar con mis amigas y era un plan tranquilo, me puse unos de zapatos de tacón altísimo de Cristian Lay que no suelo llevar mucho porque aunque son muy cómodos no me resulta fácil caminar con ellos. El principal problema es que tengo el pie muy pequeño y si los zapatos son de mucho tacón camino de puntillas.
   Y el bolso de Bimba y Lola de hace ya un par de temporadas o quizás más que me encanta y que lo utilizo principalmente en invierno al ser de piel negra, además de que combinaba muy bien con el encaje del vestido.




   Y para darle un poco de brillo al conjunto me puse estos pendientes que me regaló una vecina, el anillo de oro de 7 vueltas y la pulsera de Angel Schlesser que me regalaron en un concurso de la revista Yo Dona.




   Un beso,


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