La Perla

   He observado que últimamente soy un poco más crítica cuando hablo de los restaurantes que visito y aunque hoy quería hacer una buena crítica de este lugar, no va a ser así del todo, por un lado va a ser buena pero por el otro no puede ser.

   Bueno, voy a ir al tema y así no le doy tantas vueltas a todo, el lugar del que os voy a hablar hoy se llama La Perla y está en un pueblo de la provincia de Zaragoza que se llama Pinseque. Cuando lo conocí lo primero que me llamó la atención fue el nombre ya que me recuerda al barco de Piratas del Caribe, la Perla Negra.

   Otra cosa que me llamó la atención fue todos los adjetivos que tiene este local, Lounge-Café/Restaurante, que viene a ser más o menos un lugar en el que igual puedes ir a desayunar que a comer o tomar una copa; aunque en los pueblos, este tipo de locales suele ser el bar de toda la vida donde se hace todo lo que se puede hacer en un bar mientras se respete el horario o los camareros tengan aguante para estar muchas horas trabajando.

   A este local fuimos a cenar una noche de las fiestas y la verdad es que si lo llegamos a saber o bien vamos a las 7 de la tarde o bien hubiésemos merendado mucho más. Hay que reconocer que en fiestas es bastante difícil conseguir atender a todo el mundo de la forma adecuada pero hay que intentarlo o no coger tantas reservas.

   Llegamos sobre las 10 de la noche porque nos dijeron que podíamos ir a esa hora, hicimos reserva, nos cogieron la comanda o nota a las 10 y media más o menos y nos sirvieron a las 11 y media de la noche... Algo completamente inaceptable. No he vuelto por allí en tiempo normal así que no os puedo decir cómo funciona en un día entre semana o un sábado normal peor espero que sea mejor.

   Lo bueno que tiene es la calidad de la comida, los bocadillos y platos combinados son buenísimos y lo mejor de todo es que se pueden elegir los ingredientes, además de que el precio es asequible. Y también una mención a los camareros, son amables y sonríen, algo realmente importante para decidir si se vuelve o no a un lugar, más que la diligencia.

   Un beso,

   ©  Patricia