Sentido y sensibilidad

   Me encantan las revistas de decoración y siempre que las veo me enamoro de todo, me gustaría que mi casa fuese exactamente igual que la que estoy viendo pero luego veo que no siempre es posible, sobre todo porque mi casa es mía y debe ser de la forma que a mí me resulte más cómoda.
   Y en Navidad, esas revistas ya se vuelven espectaculares, con una decoración impresionante pero no siempre asequible. Así que si mi sobrina me regala un árbol de Navidad que ha hecho ella en el cole con cartulina de colores, esa decoración para mí se convierte en la más preciosa que haya existido nunca.
   Un beso,
   ©  Patricia

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